miércoles, 24 de septiembre de 2014

3, 2, 1... ¡BIENAL!



Como ya anunciamos hace un par de meses en este mismo blog, mañana jueves 25 de septiembre da comienzo la 8ª Bienal Internacional del Paisaje, que este año lleva por título 'A landscape for you'.

Para todos los que estéis interesados en asistir y no hayáis formalizado la inscripción en el plazo previsto, la organización brinda la posibilidad de visionar a tiempo real las sesiones y coloquios desde el salón de actos de la sede del COAC -Colegio Oficial de Arquitectos de Cataluña- situado en la Plaza Nova, nº 5, 1ª planta. De esta forma todo aquel que lo desee podrá asistir -al menos virtualmente- a la 8ª Bienal Internacional de Arquitectura del Paisaje en Barcelona.

Se trata de una oportunidad única que no debemos dejar escapar ¡¡ANIMAROS!!


Philip Coxall
Philip Coxall

miércoles, 17 de septiembre de 2014

LA FRONTERA



Después de un mes de agosto tormentoso en Galicia aquí estamos para retomar de nuevo este cuaderno de bitácora con mucha ilusión. He pensado en dedicar esta entrada y tal vez alguna más a mis lecturas de verano. En esta ocasión le toca el turno a un libro que hace tiempo quería leer: El paisaje en la cultura contemporánea coordinado por el siempre interesante Joan Nogué y publicado en la colección 'Paisaje y Teoría' de la editorial Biblioteca Nueva.

En lugar de hacer un breve resumen de cada una de las aportaciones (son muchos autores) he decidido quedarme con la de Jörg Zimmer –al menos en esta entrada- y profundizar un poco en su contribución a esta obra colectiva.

Jörg Zimmer es Doctor en Filosofía y profesor de Estética y Teoría del Arte en la Universitat de Girona. Su aportación en el libro se centra en identificar las carencias o limitaciones de la estética y la ética clásicas a la hora de afrontar el estudio del paisaje, teniendo en cuenta la doble dimensión ética y estética de este.

Cómo lograr que estas ramas de la filosofía sigan siendo útiles en el contexto actual de sobreexplotación del entorno natural parece ser el hilo conductor de su intervención.

Para nadie es un secreto que vivimos como si no hubiera mañana. Seamos ateos, agnósticos o devotos confesos de cualquier religión, la máxima ¡Dios proveerá! parece imbuirnos a todos de la confianza necesaria para dilapidar recursos y perpetuar un uso abusivo del libre albedrío.

“La libertad de cada uno termina donde empieza la del otro” nos diría cualquier manual de buenas prácticas vitales -léase libro de autoayuda-. El problema está en que no vemos (no reconocemos) en la naturaleza al otro. No es un sujeto al uso, vamos. Y ahí empiezan las dificultades de la ética para intentar reconducir nuestra maltrecha relación con ella.

La naturaleza vista por Susana [imagen en línea]
Así explica su dibujo esta niña de primaria: "He hecho este dibujo porque me gustan los animales y la naturaleza. También me gusta descubrir cómo son las plantas por dentro. Por eso he dibujado bajo la tierra las raíces de una seta y las de un árbol. También he hecho un hormiguero. Además he dibujado una ardilla y mariposas. La ardilla está sobre una roca y unas pocas mariposas están volando. Y también un río con dos desembocaduras, el sol saliendo de las montañas y unas cuantas rocas."


La ética clásica se ha sustentado siempre en la reciprocidad, al plantearse sólo las relaciones entre seres humanos que, por su naturaleza o condición, son simétricas, mientras que la relación entre individuo y naturaleza es inevitablemente asimétrica.

Esta diferencia pone de manifiesto que la ética del paisaje presenta serios problemas sistemáticos a causa de la relación moral que trata. Así lo explica Zimmer: “la asimetría de la relación ética en cuestión significa que se pierde la reciprocidad y, por tanto, la fuerza de la obligatoriedad de las normas derivadas. Una ética del paisaje –que viene a ser, en último término, una ética ecológica- cede derechos a la naturaleza que ésta no puede reclamar; y, por otro lado, se trata de una cesión de derechos a cambio de la cual no hay deberes por parte de la naturaleza” (Nogué (ed.), 2008, p. 33).

A su vez, la estética también presenta limitaciones en tanto en cuanto, el arte siempre ha sido su objeto o campo de estudio. Y en este punto debemos recordar que el paisaje (por su dualidad objetivo-subjetivo) no es, o al menos no lo es del todo, producto del ser humano. Por otra parte, sería un anacronismo en nuestros días no darle la oportunidad a la estética de explorar el vínculo real con la naturaleza y limitar su radio de acción a los artefactos artísticos que hallan en el paisaje su fuente de inspiración primera o la razón última de su ser.

Kant entendía el arte como finalidad sin fin. Tal vez, concebir y “entender” la belleza que todos –en mayor o menor medida- hemos percibido en la naturaleza (“lo bello natural” en palabras del filósofo) de este mismo modo, como una finalidad sin fin, puede ayudarnos a aceptar el importante papel que la estética se tiene reservado a la hora de reconducir nuestros pasos y nuestro mal-estar en la Tierra. A fin de cuentas la estética, y así lo refiere la etimología de la palabra, se relaciona no solo con la belleza sino y sobre todo con la capacidad de sentir.

El espacio es materia prima del paisaje, por ello ya hace mucho tiempo que pienso que todo conocimiento sobre él es poco para abordar el estudio del segundo. Por eso una de las aportaciones de Zimmer que más me ha gustado es la distinción entre espacio teórico y espacio estético debida a Cassirer, otro filósofo. Veamos cómo lo explica en el libro: “En este contexto, podemos recordar la distinción entre espacio teórico y espacio estético introducida por Ernst Cassirer (1985), quien observa que el concepto tradicional de espacio depende de una ontología substancial: el espacio es la extensión en la que se sitúan las cosas. Cassirer, en cambio, propone entender el espacio estético a partir del concepto de orden. El orden implica de manera inevitable la diversidad e interacción de una multitud de entidades. Con Leibniz [1663-1685] podríamos decir que el espacio es un orden de coexistencias posibles. Es precisamente esta idea de la coexistencia de una variedad de aspectos en un orden de sentido lo que permite abrir la perspectiva de una estética del paisaje no a partir, o al menos no sólo a partir, del concepto de bello natural, sino a partir de la noción del espacio estético. En un planteamiento de espacio como orden de composibilidad precisamente puede coexistir la necesidad de una relación instrumental con la relación estética en la planificación y ordenación de los paisajes culturales.” (Nogué (ed.), 2008, p. 41).

Los cinco espacios o soles según la cosmovisión del pueblo indígena Kukama-Kukamiria de Perú [imagen en línea]. 

Explicación breve de esta concepción del espacio tan radicalmente diferente a la que estamos viendo: "Los primeros tsumi, chamanes ayahuasqueros, conocen por medio de sus visiones que tenemos cinco espacios en donde se encuentran los seres de la naturaleza y los seres invisibles. Primer Sol: donde está la ciudad debajo del agua, donde viven los seres kuarara y el Muiwatsu, boa grande. Segundo Sol: donde está el agua con sus animales, y la sirena. Tercer Sol: donde se encuentra el pueblo kukama-kukamiria y sus bosques, los seres de la naturaleza (terrestres y aéreos) y los seres invisibles. Cuarto Sol: donde está la ciudad de las almas. Quinto Sol: donde está Dios, el ángel Kémari y el Cóndor mama. Los llamamos así porque pensamos que el Sol atraviesa los cinco espacios del mundo." 

Fuente imagen y texto:


Zimmer prosigue: “En la búsqueda de una posible estética del paisaje, la propuesta de Cassirer me parece interesante en diversos sentidos. En primer lugar, para una estética del paisaje no tenemos bastante con el modelo de una relación contemplativa con la naturaleza como la que describe la estética clásica, sino que necesitamos criterios para la transformación práctica de los paisajes (…). Una planificación y ordenación de los paisajes que tuviera presente, además de la inevitable dimensión instrumental, una dimensión de la naturaleza como espacio estético, podría manifestar para la experiencia cotidiana, es decir, como entorno habitual, un modelo para una relación respetuosa con la naturaleza, que –haciendo referencia a una de las formulaciones del imperativo categórico de Kant- no trataríamos nunca sólo como medio, sino también siempre como fin en sí misma. Así, en la ordenación simbólica como espacio estético trataríamos la naturaleza por analogía a un sujeto moral sin tener que entrar en relación ética, que por su naturaleza asimétrica resulta imposible (…). Integrar principios estéticos en la configuración concreta de los paisajes es, pues, una exigencia primordial a la hora de educarnos en una relación voluntariamente sostenible con la naturaleza entera: el paisaje como orden simbólico expresa un reconocimiento unilateral de la naturaleza que, como espacio vital, inmediatamente nos convence de su conveniencia. Una estética de la naturaleza o bien del paisaje debe ser, como dice Gernot Böhme (1989) en sus aportaciones sobre estética ecológica, una teoría de la composición y ordenación de un entorno dentro del cual se sitúa la vida humana. El espacio ordenado con principios estéticos evoca simbólicamente lo que es, según Kant, el contenido del concepto teleológico de la naturaleza: no una suma de conocimientos, ni tampoco una serie de funciones útiles, sino la idea reguladora de la naturaleza como conjunto orgánico y totalidad, un concepto tan necesario de recuperar para la teoría del paisaje, como también para la reflexión ética y estética de la crisis ecológica de hoy en día en general.” (Nogué (ed.), 2008, pp. 42-43).

Y concluye: “Una estética del paisaje podría mostrar que la libertad humana está inevitablemente engarzada con el mundo entero. Naturaleza y libertad forman un conjunto, una totalidad, tanto de condiciones como de posibilidades. En el mundo actual, amenazado por nuestra libertad, habría que replantear criterios para utilizarla mejor. Así, la filosofía tendría que recuperar –utilizando una palabra del filósofo Schelling- la tarea de proyectar racionalmente la síntesis de la naturaleza y la libertad. Una época en que la civilización occidental ha desarrollado todas las posibilidades técnicas para destruir los fundamentos naturales de la existencia humana, pero no ha desarrollado en la misma medida una conciencia para dominar mentalmente las consecuencias de esta praxis, necesita la comprensión que podría dar una estética del paisaje (…). Este mundo se merece no solamente protección por el interés humano de supervivencia, sino que, en su diversidad infinita, se merece nuestro respeto.” (Nogué (ed.), 2008, p. 43).

 ¿Qué puedo añadir a las palabras de Zimmer? Podría decir que alguna de las ideas que apunta me obsesionan y fascinan a partes iguales: el concepto de un espacio ordenado, de un espacio estético, la necesidad de trascender la mera relación contemplativa para afrontar con unos criterios bien fundamentados la intervención práctica en el paisaje, la composición en cuatro dimensiones –las tres del espacio más el tiempo-, el miedo a la libertad… porque, ¿no es acaso la tarea de proyectar racionalmente la síntesis de la naturaleza y la libertad nuestra tarea, la tarea del arquitecto paisajista? Hórror vacui. Con estos pensamientos rondando mi cabeza no puedo parar de tararear la canción El límite… somos (o pretendemos ser) trabajadores de ‘la frontera’.

Es curioso, en mi caso provengo -sólo por formación- de la rama de la edificación y recuerdo que un profesor siempre nos decía que la construcción es el arte de la junta, esto ya me parecía suficientemente complicado y ahora resulta que, por decisión propia, ‘la junta’ voy a ser yo. Más difícil todavía. Pies, para qué os quiero...



 

jueves, 10 de julio de 2014

¿TE ANIMAS?



“Somos libres allí donde podemos mostrarnos vulnerables sin generar violencia”
Adorno


Como sabéis, este blog de estudiantes de la Asociación Española de Paisajistas se creó hace unos meses. Nació con la intención de convertirse en un punto de encuentro y expresión de nuestras inquietudes en relación al Paisaje.

Como estudiantes que somos, creemos que es importante tener un espacio propio donde todos nosotros, integrantes de la sección de estudiantes de la AEP, podamos no sólo compartir estudios sino también el interés por lo que estudiamos: el Paisajismo o la Arquitectura del Paisaje.

No nos cansaremos de repetir a través de todos los medios a nuestro alcance que este espacio es también y sobre todo tuyo. Abierto y libre. Y con un buzón: aep.estudiantes@gmail.com para cuando quieras publicar tu entrada en él.

Para animarte a participar te confesaré que es un maravilloso ejercicio de libertad. Se siente una gran sensación de expansión cuando desde aquí te abres al mundo y le cuentas aquello que de verdad te mueve, lo que te alienta y motiva. Lo que quieres compartir con los demás y el cambio que quieres ver a tu alrededor.

El Paisaje lo es todo porque somos todos y la Tierra que habitamos. ¿Puede haber un concepto más bello y grandioso que Paisaje? La relación, el vínculo que sostiene la unidad que formamos con nuestro planeta, nuestro hogar. El lugar donde se cobija lo que más amamos y donde se materializan nuestros sueños y anhelos más profundos. Ilusión y consuelo. Todo esto es Paisaje para mi.



¿Qué significa para ti? Ojalá muy pronto te animes a compartirlo con nosotros…


Mientras tanto, tenemos más proyectos que contarte: desde la sección de estudiantes y con la ayuda de la AEP, estamos intentando planificar un encuentro, para que los estudiantes de las distintas zonas tengamos la oportunidad de conocernos en persona.

Quizás algunos pudisteis ya disfrutar de las reuniones que AEP_e ha venido organizando en años anteriores en ciudades como Madrid o Barcelona. En esta ocasión, pensamos que algunas de las actividades ya programadas como la conferencia de ECLAS en PORTO o la celebración de la 8ª BIENAL de Arquitectura del Paisaje en BARCELONA pueden ser buenas oportunidades para vernos. Además, como se puede leer en la página web de ECLAS: ‘ECLAS 2014 will be immediately followed by the Barcelona Biennal, that takes place 25, 26 and 27 september’, así que tenemos por delante un mes de septiembre repleto de actividades y posibles encuentros:



Mas información

Queremos conocer tu opinión (recuerda nuestro buzón aep.estudiantes@gmail.com) y saber qué te parece la propuesta. ¿Qué te gustaría más? ¿Barcelona? ¿Porto? ¿Qué tipo de actividad paralela a las conferencias o a la Bienal piensas que es la mejor para conocernos? ¿Y si invitamos también a nuestros compañeros de ELASA? Se admiten sugerencias, dudas, consejos… ¡Lo que quieras!
¿TE ANIMAS?


domingo, 1 de junio de 2014

HOME



La última entrada fue una entrevista al profesor José Fariña. Tal vez la mejor manera de agradecer su participación en nuestro blog sea precisamente tomar buena nota de sus palabras.

Manuel Vilariño. Los Pájaros [fragmento], Hahnemühle sobre aluminio 230 x 690 cm, 1981-1989. Ver obra en Vilariño, M. (2012): Mar de afuera. Madrid: Círculo de Bellas Artes, pp. 70-71

Mirar. Ese fue su consejo. Ir por la vida con los ojos bien abiertos, identificar lo bueno, para intentar no estropearlo, y cambiar lo malo, poniendo especial cuidado en que nuestras acciones no sean irreversibles. Cambiar “aquello que esté pidiendo a gritos que lo cambies” nos decía, pues “estamos en un momento crítico y en los momentos críticos uno nunca sabe el rumbo que finalmente habrá que seguir. Lo irreversible difícilmente admite cambiar el rumbo si el que llevamos no es el correcto”.

Natalia Ponte. Topografía del paraíso, técnica mixta 60 x 20 cm, 2013, http://www.artelista.com/obra/9367204156425865-topografia-del-paraiso.html [consulta 1-6-14]

Precisamente de ese rumbo errático que llevamos una parte de los habitantes del planeta Tierra, trata la película ‘Home’, que hoy os invitamos a mirar con atención: el 20% de la población mundial consume más del 80% de los recursos naturales de todo el mundo, la Tierra pierde 13 millones de hectáreas de bosques cada año y el 75% de los recursos pesqueros están agotados o en declive.



Yao Lu. Clear Cliff Shrouded in Floating Clouds, Chromogenic print 47 1/4 x 47 1/4 inches, 2007, 


Estas realidades, publicadas por organismos como Naciones Unidas, la FAO o la Unión Mundial para la Conservación de la Naturaleza (UICN) son algunos de los problemas que quiso retratar Yann Arthus-Bertrand con la película ‘Home’, que se estrenó el 5 de junio de 2009 simultáneamente en todo el mundo.


Manuel Vilariño. Lejano interior, 11, IIfochrome sobre aluminio 120 x 240 cm, 1999. Ver obra en Vilariño, M. (2012): Mar de afuera. Madrid: Círculo de Bellas Artes, p. 37.







  
En la página de internet donde la película está disponible de forma gratuita, su director exponía lo siguiente:estamos viviendo un periodo crucial. Los científicos nos dicen que solo tenemos 10 años para cambiar nuestros modos de vida, evitar agotar los recursos naturales e impedir una evolución catastrófica del clima de la Tierra. Cada uno de nosotros debe participar en el esfuerzo colectivo, y es para sensibilizar al mayor número de personas que realicé la película HOME. Para que esta película sea difundida lo más ampliamente posible, tenía que ser gratuita. Un mecenas, el grupo PPR, permitió que lo sea. Europacorp que lo distribuye, se comprometió en no tener ningún beneficio porque HOME no tiene ningún interés comercial. Me gustaría que esta película se convierta en vuestra película. Compártelo. Y actúa.”

Manuel Vilariño. 66ºN (1), Duratrans 42 x 64 cm, 2008. Ver obra en Vilariño, M. (2012): Mar de afuera. Madrid: Círculo de Bellas Artes, p. 111.














lunes, 19 de mayo de 2014

ENTREVISTA A JOSÉ FARIÑA TOJO



Con enorme alegría, hoy damos la bienvenida en nuestro blog a un bloguero de excepción, el profesor José Fariña Tojo.

José Fariña Tojo es Catedrático de Universidad en el Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Madrid. Como una herramienta más de su labor docente, desde el año 2007 comparte sus conocimientos en la red a través de su propio blog, el cual es toda una referencia en materia de urbanismo, territorio y paisaje:


El profesor Fariña ha respondido con una amabilidad y presteza encomiables a nuestras preguntas, demostrando con actos que sus alumnos tienen prioridad absoluta sobre otros asuntos y que su trabajo, además de una obligación, es su gran pasión.

1.-Consejos para sacar adelante un blog con éxito.

¿Qué es éxito? ¿Qué te lean millones de personas? Escribir sobre Esperanza Aguirre cometiendo infracciones de tráfico seguro que garantiza ese éxito de número de lectores. Lo primero que hay que plantearse es el objetivo a conseguir. Si es de difusión pues claro que interesa que lo lea mucha gente. Pero también depende de la difusión entre quiénes. Si interesa que lo lean profesionales del paisajismo, entonces no será lo mismo si lo que se pretende es que lo lean clientes. En mi caso es que lo lean los alumnos. Además, determinados alumnos. Es más, no sólo hago un blog para que lo lean los alumnos, sino para que aprendan. Y esto ya es mucho más complicado porque los procesos de enseñanza suelen requerir esfuerzo, tanto por parte del que enseña como del que se supone que aprende. Entonces hay que realizar un complicado equilibrio entre la necesaria profundidad de la materia y que el lector no huya despavorido después de cinco renglones. Por tanto: tener claro el objetivo a conseguir y, luego, poner los medios (así dicho parece una tontería, pero si lo piensas no es tan tonto).

2.-¿Qué le ha enseñado la docencia?

A relacionarme con los jóvenes y a mirar hacia el futuro, porque los jóvenes son el futuro. Para conocer lo que vendrá, la mejor plataforma es la docencia. Lo haría sin que me pagaran, si pudiera vivir sin cobrar, claro. Me he dedicado a la arquitectura, al urbanismo, trabajando como asalariado en una empresa, he sido arquitecto municipal, he tenido mi propio estudio de arquitectura, he creado mi propia empresa de planeamiento y sido docente. Con lo único que me he sentido de verdad realizado ha sido con esto último. Poco a poco he ido dejando todo lo demás y ahora sólo investigo y doy clase. Me da vergüenza decirlo en estos momentos en los que tanta gente tiene problemas de trabajo, pero soy una persona privilegiada porque me dedico a lo que me gusta. Mi hobby es mi trabajo. Además todos los que nos dedicamos a la enseñanza lo tenemos claro: la mejor forma de aprender es enseñar. Y cualquier persona (a menos que esté muerta) necesita aprender constantemente. Es decir, que la docencia me ha enseñado a aprender.

3.-Por favor, háblenos un poco sobre sus inicios investigadores y sobre su Tesis Doctoral acerca de la aldea rural gallega.

Podría hablar horas pero no es el caso. La aldea gallega fue a lo largo de muchos años una de las formas de asentamiento rural más perfectas al haber una relación casi mística entre el territorio y el grupo humano que lo habitaba. Todas estas cosas de las que ahora se habla tales como sostenibilidad, resiliencia, etc., tenían en ella su ejemplo perfecto. Digo “fue” porque no es el caso de la aldea actual. La aldea “rural” respondía a un modo de vida muy específico. La actual aldea (a la que me niego a calificar de rural más que en algunos casos muy puntuales) gallega pretende que las formas de vida urbana puedan acomodarse en unos asentamientos que estaban pensados para otra forma de vida. Y ahí empiezan los problemas. Problemas muy complicados y que van a requerir de toda la inventiva de los gallegos para solucionarlos.

4.-En una entrada de su blog, mencionaba a su amiga Esther Prada asegurando que ella se mantenía "fiel a sus amores", pues bien, ¿por qué dejó aparcado el estudio del rural gallego después de aquella primera incursión investigadora?

Esta pregunta sí es sencilla de contestar. Porque esa aldea de la que hice la tesis, publiqué mi primer artículo en la revista Ciudad y Territorio que dirigía Fernando Terán, se editó mi primer libro y dí mi primera conferencia en el Aula de Cultura Gallega del Ateneo de Madrid llamado por Celso Emilio Ferreiro, ha cambiado. Ha cambiado tanto que me es totalmente ajena e incomprensible. Espero conseguir algún día la financiación suficiente para formar un equipo importante de investigadores que consiga poner al día su funcionamiento, posibilidades y expectativas en el siglo XXI. Pero, desgraciadamente, el momento actual no es precisamente el más idóneo para conseguir financiación para investigación básica.

5.-Comentaba usted en una clase que el sprawl es un monocultivo a la par que mencionaba la necesidad de conservación de ecotopos dentro de la ciudad. ¿Puede explicarnos un poco más sobre ello?

Estas ya son palabras mayores para responder en unas líneas. Además son dos cosas muy diferentes. La ciudad difusa o ciudad fragmentada (el sprawl) se caracteriza por tres cosas: bajas densidades medias, rotura del territorio y segregación socio-espacial (que cada fragmento se dedica a una cosa: vivienda de alto nivel, protegida, comercio, industria, vertedero, granja, etc.). Las tres son terribles desde muchos puntos de vista pero, básicamente, por su poca flexibilidad y capacidad de reconvertirse en otra cosa, y por convertir el territorio natural en pseudonaturaleza. Todo esto se resume en una expresión bastante corta: escasa resiliencia. En cambio, en la ciudad tradicional, compacta, continua y de alta o media densidad el problema es otro: como introducir naturaleza aunque sea pseudonaturaleza. A eso me refiero cuando hablo de la necesidad de conservación de los ecotopos. Lo siento, esta contestación requeriría un par de capítulos de un libro.

6.-Temas que le preocupan actualmente en relación al paisaje.

Muchos porque la situación es preocupante. Pero siguiendo el esquema de la pregunta anterior se podrían agrupar en dos grandes apartados. De cómo el límite de la ciudad se ha borrado y la urbanización se ha apoderado prácticamente de la totalidad del territorio rompiendo los ecosistemas, degradando las áreas de naturaleza e impidiendo que estas áreas se hagan cargo de la entropía que le sobra a las áreas más antropizadas. Y otro que agruparía todos los temas relacionados con el paisaje urbano que, cada vez, vemos que tienen más interés desde casi todos los puntos de vista: psicológico, sanitario, funcional, de confort…

7.- Profundizar lleva tiempo, ¿cómo integrar los SIG participativos y el diseño colaborativo en un mundo que ha olvidado la noción de lentitud?

La forma actual de enfrentarse a la realidad, desvinculada del territorio y de los sitios, pasará. Ya está pasando. El Internet deslocalizado y global se está convirtiendo en un Internet localizado y local donde las relaciones vuelven a ser de persona a persona y no de “ente cibernético en el hiperespacio” a “ente cibernético en el hiperespacio”. Hemos pasado un período de aprendizaje hasta que vamos comprendiendo que la mejor forma de que nos manipulen es a través de la formación anónima de opinión. Porque la formación “anónima” de opinión está ya en manos de empresas encargadas de hacerlo. Así que la alternativa es volver a vernos. Y para vernos, “miña filla, non hai outra que dedicarlle tempo”. De forma que, poco a poco, todo esto se hará posible y el diseño colaborativo será una realidad.  

8.-Por último, lecturas y consejos para los futuros Arquitectos del Paisaje.

Respecto a las lecturas hay muchas recomendadas en el blog que escribo desde el año 2007 para mis alumnos. No soy muy amigo de consejos. Bueno, probablemente uno: mirar. Ir por las calles, por los campos, por la naturaleza, por la vida, con los ojos muy abiertos, asombrándonos siempre de todo lo bueno que todavía queda, para intentar no estropearlo. Por supuesto, aquello que esté pidiendo a gritos que lo cambies, cambiadlo. Pero aseguraros antes de que lo que hacéis no sea irreversible. Estamos en un momento crítico y en los momentos críticos uno nunca sabe el rumbo que finalmente habrá que seguir. Lo irreversible difícilmente admite cambiar el rumbo si el que llevamos no es el correcto.

lunes, 24 de marzo de 2014

Una página estupenda: Landscape Architects Network

Para aquellos estudiantes y paisajistas que usen Facebook (y aquellos que no, creo que esta página es accesible sin una cuenta) les sonará la página Landscape Architects Network, a la cual ya somos varios seguidores. ¡Me parece tan buena que me gustaría compartirlo con todos vosotros!.



La página está en ingles, y procede de la web www.landarchs.com . También podemos encontrar páginas de facebook derivadas, según paises (en el caso de España estaría LAN-Spain).

Cosas interesantes que podemos encontrar aquí:

*Imágenes y comentarios de actuaciones paisajísticas, arquitectonicas o urbanísticas:

Ya sean obras de reciente creación como ruinas de la antigüedad, pequeños jardines o grandes parques, composiciones minimalistas o estructuras gigantescas,... podemos encontrar de todo... incluso las opiniones de la gente, críticas tanto positivas como negativas...




*Libros:

Libros de diseño, libros de jardines... de vez en cuando sale algún post de recomendación de libros en concreto...





*Imágenes cómicas sobre paisajismo:

Para reirnos un rato...



*"Sketchy Saturday":

Cada sábado, la gente puede mandar sketches propios que se publicarán en la página, siendo una manera estupenda de, no solo compartir alguno de nuestros dibujos que nos guste con el resto del mundo, sino para ver cómo dibuja el resto, aprender e inspirarnos y, por qué no, entablar relaciones profesionales o de amistad con otros paisajistas...









martes, 11 de marzo de 2014

SE HACE PAISAJE AL CAMINAR



El arquitecto paisajista adquiere un papel fundamental en el contexto de la palabra paisaje ya que actúa como catalizador de una serie de procesos de percepción y de creación del entorno que le rodea.

En este blog de la sección de estudiantes de la Asociación Española de Paisajistas, en esta nueva andadura que comenzamos, proponemos precisamente caminar como método para afrontar nuestro reto: intervenir en el paisaje.

Para ello nos inspiraremos en una conferencia impartida por la Doctora en Bellas Artes Silvia López Rodríguez de la Universidad de Málaga titulada “Percepción y creación de la ciudad” y que versa sobre la vivencia del entorno urbano a través de una experiencia artística, la deriva, o lo que es lo mismo, la exploración del paseo como práctica estética para la adquisición de información de corte cualitativo sobre la ciudad, que nosotros creemos de aplicación al paisaje en su conjunto y no sólo al de naturaleza urbana.

I. El ciclo de la percepción significante

La percepción está en relación con el conocimiento y la sensibilidad. Así, para poder hablar de una percepción significante se hace necesaria la presencia de tres elementos:

  1. La realidad construida: la materialidad del espacio físico que nos envuelve y desde donde el paisajista pone en funcionamiento un proceso sensitivo.
  2. La sensibilidad: actúa como vehículo y puente entre la realidad exterior y la interior; es la base para el conocimiento y la creación.
  3. El conocimiento: el paisajista a través de un proceso cognitivo, recoge la información necesaria aportada por sus sentidos para elaborar imágenes y mapas mentales. En este punto el paisajista revierte el proceso de aprehensión para traducirlo en construcción, que a través de procesos artísticos-creativos plasmará de nuevo en la intervención, cerrando así el ciclo.

Como resultado de este proceso, el paisajista se perfila como un atrapasueños, un cazador de trazas invisibles que afloran a la superficie a través de mecanismos mentales que, en lo posible, trataremos de desvelar en las siguientes líneas.

II. El paisajista descalzo

“En cada instante hay más de lo que la vista puede ver, más de lo que el oído puede oír, un escenario o un panorama que aguarda ser explorado” escribía Lynch en su obra La imagen de la ciudad (Lynch, 1974: 9). Ver, significa percibir las diferencias y discontinuidades del espacio; ver, significa distinguir lo visible y lo invisible… el paseo permite trascender lo lúdico para devenir en método, metáfora de la forma misma de la experiencia de lo real.

El paisajista, descalzo siempre ante el paisaje, puede, al caminar, configurar un lenguaje personal que le ayude a descifrar lo que encuentra a su paso.

A pesar de la hegemonía de la visión en la percepción del entorno, cada experiencia significativa es multisensorial. Cualidades como la textura, las dimensiones de un espacio o la escala se miden por medio del ojo, el oído, la nariz, la piel, el cuerpo entero… no podemos olvidar tampoco que cuando miramos el ojo toca, por eso antes de mirar un objeto, sin darnos cuenta, ya lo hemos sentido.

Los sonidos, los olores, los sabores, los cambios de temperatura… sirven para registrar el mundo. Todos los sentidos se concatenan y relacionan, traspasando nuestros esquemas mentales y ofreciendo nuevas experiencias, haciendo que nuestra vivencia sea, como ya dijimos, multisensorial.

Pero el entorno no es capturado solamente por los sentidos: el paisajista interioriza sus percepciones revirtiendo el proceso y proyectando sus imágenes mentales sobre el paisaje, realizando de este modo un acto creativo y manteniéndose suspendido -ya de forma irremediable y permanente- entre la certeza y la incertidumbre, la fe y la duda.

Tanto es así, que el paisajista “está siempre a la caza de algo escondido o solo potencial e hipotético, y sigue sus trazas que afloran a la superficie” recordando unas palabras de Italo Calvino. Entre las infinitas formas del paisaje, persigue las que tienen sentido, significado… en una búsqueda de respuestas consciente y constante. En este sentido y rememorando otra vez al mismo autor, la ciudad invisible que rastrea es más real de lo que parece, pues aunque parezca que estas trazas invisibles “son obra de la mente o del azar, ni la una ni el otro bastan para mantener en pie sus muros” (Calvino, 1994: 58). Es entonces cuando nos damos cuenta que su materialización coincide con la respuesta a una pregunta nuestra. El paisajista encuentra el hilo que enlaza los elementos, la norma interna, el discurso que la dirige… el acertijo. Se produce pues, una renovada común-unión entre paisajista y entorno, un nuevo paisaje.

III. La deriva

Pasear no es sólo una forma de desplazarse; el andar es una forma de apropiación, de reconocimiento e identificación del entorno. Bajo esta perspectiva, la primera actividad errática de carácter artístico realizada conscientemente para el estudio y entendimiento de la ciudad –paisaje urbano- la encontramos a comienzos del siglo XX con el primer paseo llevado a cabo por los dadaístas. Aún así, fue Guy Debord quien definió la deriva como una forma de investigación espacial y conceptual de la ciudad a través del vagabundeo, centrada en los efectos del entorno urbano sobre los sentimientos y las emociones individuales.

Existen evidentemente otros precedentes de esta forma de paseo urbano, desde el concepto de flâneur de Nerval y Baudelaire hasta llegar a Apollinaire y Benjamín; pero son las deambulaciones surrealistas las que comienzan a analizar de una forma más exhaustiva la experiencia artística del andar en las calles. Se centraron en los encuentros casuales, los movimientos y atracciones inconscientes e irracionales de la ciudad moderna. Estas búsquedas surrealistas de interacción psicológica con el entorno urbano pasaron a los situacionistas que las ampliarían y con Debord insistirían en el carácter más urbano y objetivo de la deriva.

Las ideas situacionistas están todavía presentes en el arte contemporáneo y en la obra de artistas como Hans Haacke, Benjamín Patterson, Barbara Kruger además de en las intervenciones urbanas de Bernard Tschumi o Nigel Coates.

El andar, la deriva, supuso una práctica que contribuyó a definir un nuevo camino en el arte contemporáneo. Una nueva vía de expresión, donde el objeto se ha transmutado, no es un fin, sino el resultado simbólico de un proceso estético experimental.

Por ejemplo, Richard Long responde a su necesidad de contemplación de la complejidad que le rodea a través del paseo; se trata de una contemplación reflexiva, donde la realidad circundante no es algo ajeno a él. Paseante y paisaje se funden en un solo ente. El paseo deviene en método para resolver un “imperativo de lucidez” y de “necesidad de conciencia” (entendemos el término “imperativo” como voluntad sugerente e hipotética, sometida a múltiples condicionamientos de realidad, matizada voluntad de claro entendimiento –lucidez- y asunción de responsabilidad en el ejercicio del arte. Y “necesidad de conciencia” como la necesidad real de observar las causas y efectos del ser actual del arte. Necesidad esencial, cognitiva y real, referida a lo que concierne, a lo que se dice, al discurso artístico). Richard Long responde al perfil de cartógrafo de la realidad desde su caminar. Sus paseos tienen un origen y un término. La experiencia que el artista vive en el recorrido es un intervalo cerrado, ausente, y contenido al tiempo en la obra: “una escultura ordena y concentra materiales. Es un alto en el camino. Un paseo es una manera sencilla de pasar y ordenar el tiempo. Mi arte es un compromiso con la forma, la materia, el espacio y el tiempo del mundo, está en la naturaleza de las cosas”. (Long, 1986: 138)

De la teoría de la deriva de Guy Debord se desprende lo que sigue:
-          su intención de objetividad en un método de exploración de los espacios urbanos.
-          Su carácter consciente como metodología de acción en la vida real.
-       El carácter aleatorio de las deambulaciones donde el azar es variable en intensidad y participación según el grado de consciencia psicogeográfica que posee el sujeto que deriva.

El paseo, la deriva, se está consolidando en la actualidad como un modo de expresión y una herramienta de conocimiento de las transformaciones que ocurren ya no sólo en el espacio urbano sino en cualquier entorno. La deriva se compara a un viaje, hacia el encuentro de algo que andamos buscando sin saber bien qué es. Y el viaje que la deriva representa se entiende como proyección del pensamiento sobre la materia. La acción de percibir es ya una forma de pensar que se completa en el interior para después ser exteriorizada, comunicada. Este trueque procesual de realidades se establece como metodología de proyectación.

En definitiva, la deriva es un recurso polivalente, cuya práctica sistemática contribuye a la mejora de la intervención en el paisaje ya que promueve la activación de la relación entre el paisajista y el área de estudio, generando información cualitativa de análisis útil en la identificación, definición y valoración de ese paisaje que hace suyo.

Así, pasear activa los sentidos en el tiempo y en el espacio. Supone sentir desde “fuera” para que después suceda una apropiación desde “dentro”, reactivándose la capacidad para dar soluciones pues como decía Italo Calvino, “de una ciudad disfrutas la respuesta que da a una pregunta tuya, o la pregunta que te hace obligándote a responder” (Calvino, 1990: 58).